LA TORMENTA PERFECTA

Históricamente las crisis han encontrado en la política el terreno adecuado para su germinación.Podríamos decir que Europa se ha ido forjando a golpes de crisis.Todas ellas consiguen penetrar y calar en el núcleo de la sociedad impregnándola de desconcierto y desazón.La ciudananía se ve incapaz de entender las causas y mucho menos los efectos de estos cataclismos económicos que sacuden los cimientos de la sociedad y nos hacen ver la vulnerabilidad de los mismos.Es por ello ,que la comunicación, se convierte en un elemento de primera necesidad.Una de las características de las democracias modernas radica en la necesidad de encontrar una respuesta inmediata a todo (los mass media se encargan de recordarlo cada día y las redes sociales cada segundo).Pero cuando nos encontramos en el epicentro de la Tormenta Perfecta se hace muy difícil vislumbrar el horizonte.Necesitaremos tiempo y calma para entender y aprender de este momento presidido por la confusión y la convusión.Pero hay que hacerlo porque si no, no superaremos las secuelas de esta criris y sus heridas permanecerán abiertas.Mientras tanto, algunos desaprensivos tan sólo se afanan en echar el anzuelo sabedores de que muchos naúfragos desesperados se agarrarán a un "clavo ardiendo" con tal de alcanzar su tabla de salvación.A estos últimos tampoco se lo reprocho, tan sólo actúan guiados por el instinto primario de la supervivencia, pero el tiempo, juez implacable, pondrá a cada cual en su lugar.